Sin lugar a dudas uno de los destinos más bellos de todo el mar mediterráneo. Su variedad de paisajes y costas es mucho más importante que su fama de sol y playas que tanto atraen a los turistas.
La transparencia de sus aguas y sus tonalidades turquesas nos hacen a veces pensar en mares del caribe. En algunas zonas de su costa y especialmente en la noroeste, siempre existe alguna cala por descubrir. Y no es extraño dado lo escarpado de sus acantilados que hacen imposible llegar por carretera a muchos rincones y calitas. Un auténtico paraíso por recorrer palmo a palmo con la auxiliar o una pequeña lancha y disfrutar de sus caprichosas formas naturales.
La bondad del clima y su abundante oferta de marinas, puertos y lugares de fondeo hacen de este pequeño continente un lugar único en el mundo para disfrutar de la navegación de recreo.
Naturalmente debemos como buenos marineros, ser precavidos y tener en cuenta que aunque la meteorología es muy estable y bonancible durante el verano, el clima puede cambiar muy rápidamente haciendo por ejemplo de la costa tramontana un lugar peligroso pues existen muchas millas de costa sin posibilidad de refugio.
Casi siempre deberemos utilizar el canal 9 de la VHF para contactar con los clubs náuticos y el 16 para las comunicaciones con la estación costera.
El viento más importante de la isla es la tramontana del NW con la que podremos gozas auténticos momentos de placer en navegación a vela, siempre y cuando no nos sorprenda ya que puede aparecer súbitamente, alcanzando la fuerza de temporal en algunas ocasiones. Durante los meses de verano es más interesante recorrer la isla en sentido contrario a las agujas del reloj, pues tendremos la posibilidad de aprovechar mejor sus vientos.